Otyg - Sagovindars Boning

Esta entrada irá con el toque relajado que ya ratos merecía, remontándonos a los 90's cuando pocos grupos se atrevían a incorporarle folk al black/death metal y quienes lo hicieron ahora son reconocidos como pioneros.
Este grupo sueco, del que forma parte uno de los músicos/voces más reconocidas en materia de viking/black metal, es sin duda uno de los padres del estilo folky. Escuchar Otyg es como abrir un libro repleto de cuentos antiguos acerca de criaturas misteriosas que habitan los oscuros bosques de la región escandinava.

Lo que encontramos en Otyg es un esquema tipo folk metal (aunque más folk que metal, propiamente) dotado de guitarrazos melódicos ultraligeros (que a veces incluso se dejan en segundo plano), ritmos relajados de batería, (pero con función decorativa, podríamos decir) las entonaciones épicas de Andreas Hedlund en las voces (nada de growls blackers) y una voz femenina muy natural; sin nada que jactarse, como debe hacerse dentro el rollo pagan. Por su parte el folk escandinavo (y particularmente el sueco) es lo que goza de prominencia acá, regalándonos dosis fantásticas de violín con el toque festivo propio de las encantadoras leyendas del Norte de Europa. En sus canciones también nos deleitan con bellos arreglos de flauta, solos de arpa de boca y las infalibles acústicas esta vez a cargo de un laúd por parte de Mattias Marklund, el eterno compañero de Vintersorg.
Hay un teclado que viene de manos del propio Vintersorg, pero ciertamente sólo se ocupa de sutilezas ambientales y muy breves sobre todo.

Parte del libreto del disco se ha basado en pinturas del artista noruego Theodor Kittelsen, en cuya obra también han sido inspiradas portadas de Burzum, Empyrium y Trollskogen; reconocidas por el arte bellamente oscuro que muestran de la naturaleza.
Actualmente el grupo yace detenido, pero no ha sido declarado como disuelto y no me extrañaría que algun día Vintersorg retome las riendas de Otyg con nuevas ideas, considerando sobre todo lo mucho que ha madurado en su carrera como músico; no es de sorprenderse que el sonido de Otyg haya influenciado a otros grupos folkers como los noruegos Lumsk o los rumanos Bucium, por mencionar un par (que hay más, eso sí).

Lo que dejo es la edición de coleccionista (contiene a Älvefärd y Sagovindars Boning, únicos dos discos de larga duración editados entre el 98 y 99). En realidad ambos van sobre la misma onda folky, repletos de ritmos relajados y trolls que asoman danzando de entre las cuevas rocosas.

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