Lo que voy a introducir es la segunda entrega inspirada en la Tierra Media que viene a cargo del suizo Amrod, único integrante de la banda-proyecto Minhyriath.
A quien haya escuchado 'Gondolyn', su primer disco, le cuento que poco o nada ha cambiado la columna vertebral de su sonido, ya que sigue saliendo de una plantilla de death metal melódico al que le acompaña un buen trozo doomstero, porque si bien la apuesta se va por los medios tiempos y alguno que otro solo y demás detalles técnicos, distinguirás algunos guitarrazos profundos a tiempos lentos en algunas partes. Lo que sí ha disminuído es el uso del teclado, ahora lo utiliza en momentos específicos y no necesariamente para crear atmósfera.
Luego viene la voz y quizás sea de lo que menos me gustó del disco, es una voz ronca muy a lo guerrero, pero cuando grita parece que abusa de las vocales abiertas hasta el punto que raya. Además es demasiado fantasiosa, creo que se le pasó la mano poniéndole reverb porque ya de por si sonaba malísimo. Por otro lado hay partes en que la voz suena bastante normal con intención narrativa, muy al estilo de Tolkien desde luego.
Los detalles folk vaya que son breves, también son otro elemento que ha disminuído en relación al disco anterior. Ahora un tanto más sutiles, sueles encontrarte con algunos destellos de flauta como en 'In Beörns Hall' y a veces ciertas pinceladas de gaita como las que aparecen en 'Creatures of the Stones' e 'In the Grey Mountains', mientras que en 'Dor-Lohmyn' talvés logres distinguir un poco de acordeón y otro tanto más de flautas.
En esencia es un disco largo, rondando la hora-diez minutos, aunque si quitamos las últimas tres canciones bono, que son de un proyecto aparte (de un proyecto de folk puro, muy agradable por cierto), quedará poco menos de la hora. Deberías echarle un ojo si te gustan los álbumes inspirados en la épica de El Señor de los Anillos y principalmente de El Hobbit, como es el caso.
A quien haya escuchado 'Gondolyn', su primer disco, le cuento que poco o nada ha cambiado la columna vertebral de su sonido, ya que sigue saliendo de una plantilla de death metal melódico al que le acompaña un buen trozo doomstero, porque si bien la apuesta se va por los medios tiempos y alguno que otro solo y demás detalles técnicos, distinguirás algunos guitarrazos profundos a tiempos lentos en algunas partes. Lo que sí ha disminuído es el uso del teclado, ahora lo utiliza en momentos específicos y no necesariamente para crear atmósfera.
Luego viene la voz y quizás sea de lo que menos me gustó del disco, es una voz ronca muy a lo guerrero, pero cuando grita parece que abusa de las vocales abiertas hasta el punto que raya. Además es demasiado fantasiosa, creo que se le pasó la mano poniéndole reverb porque ya de por si sonaba malísimo. Por otro lado hay partes en que la voz suena bastante normal con intención narrativa, muy al estilo de Tolkien desde luego.
Los detalles folk vaya que son breves, también son otro elemento que ha disminuído en relación al disco anterior. Ahora un tanto más sutiles, sueles encontrarte con algunos destellos de flauta como en 'In Beörns Hall' y a veces ciertas pinceladas de gaita como las que aparecen en 'Creatures of the Stones' e 'In the Grey Mountains', mientras que en 'Dor-Lohmyn' talvés logres distinguir un poco de acordeón y otro tanto más de flautas.
En esencia es un disco largo, rondando la hora-diez minutos, aunque si quitamos las últimas tres canciones bono, que son de un proyecto aparte (de un proyecto de folk puro, muy agradable por cierto), quedará poco menos de la hora. Deberías echarle un ojo si te gustan los álbumes inspirados en la épica de El Señor de los Anillos y principalmente de El Hobbit, como es el caso.
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