domingo, 22 de febrero de 2009

Ahriman - Ködkín Ösvény/Mistpain Path



Estoy de vuelta en Hungría, porque los grupos paganos de esa tierra si que me encanta como calan dentro de una especie de campo metafísico donde la sabiduría ancestral con vértice en la naturaleza es una virtud esencial para entender los conceptos vertidos en su música, sobre todo cuando a aspectos líricos y folklóricos se refiere. De este último atributo hay que mencionar la esencia que le caracteriza, se trata de un tipo de atmósferas de ritual muy extrañas que no son sino el producto de la sofisticada filosofía naturalista que le inspira a los integrantes. Y frente a esta abstracción no olviden que estoy hablando de bandas blackmetaleras auténticas, para el caso ya he dicho en entradas anteriores lo maravillosa que me parece la escena húngara con grupos como Hexenwood, Bornholm, Nebron y desdeluego Ahriman. Así merece introducirse el último disco de esta respetable banda que terminó de producirse en 2005 y antes de empezar a reseñarlo informo que si han disfrutado de Hexenwood, acá igual tendrán para agazajarse partiendo del hecho que ambas bandas comparten vocalista, el cual por cierto es muy reconocido en Hungría por sus múltiples proyectos.

Pero pasemos de lleno al disco, me ha impactado ese piano clásico, ya que en su disco anterior solo los tuvimos un par de segundos en su canción final, esas oscuras y elegantes notas vaya que saben darle otra perspectiva a la música. Si hay tiempo también comentaré algunos de los intrumentos raros que se han incorporado y que quizá nunca antes hemos escuchado. Su primer canción no anda con rodeos y es la más larga de las siete que componen el ritual, entonces esos pianos breves pasan como una triste ilusión entre sombras para abrir paso al conjuro shamánico envuelto con misticismo, se prepara el escenario con percusión de madera, pandereta y un tipo de flauta tradicional húngara de nombre raro. Mientras tanto, la voz pagana parece poseida con esas extrañas líneas que constantemente repite. Depronto vuelve de las sombras el frío interludio de piano que deja a la imaginación un obscuro y trágico sentido de incertidumbre. Y es enmedio de esta conmoción donde la parte blacker hace su aparición, por el momento con tiempos lentos y una voz rasgada que dá escalofríos. Su parte más agresiva con blastbeats no tarda en llegar y entonces se distinguen unos teclados orquestales de fondo que imponen un sonido magistral.

La mayoría de los temas que contiene el disco llegan contundentes y con mayor prioridad en su parte blacker que en la folk y es que de todo éste únicamente en su primer canción es más clara la presencia folkie de ritual. Quizás Hexenwood sea de hecho una creación dedicada a los momentos más folkie tan maravillosos y escasos que muestra Ahriman, ya que como vimos en el debut de la familia Hexenwood la mayor parte de sus canciones llevan esos intensos momentos de folk que tanto nos gustan. Mientras tanto a Ahriman le sigue una base netamente blacker con guitarras muy afiladas, voces raspadas y algunas guturales que se desgarran al ritmo de sus veloces blastbeats. Sus teclados son claros y distinguibles entre toda esa distorsión, tal que son aceptables los aires venideros de black sinfónico. También hay teclados atmosféricos que aparecen en momentos ambientales junto a partes acústicas y no se sorprendan si encuentran algún solo de guitarras. Al final te das cuenta que el disco permaneció brutal en casi todo momento, brindando la parte más obscura que posteriormente Hexenwood retomaría en su medida, igualmente de Ahriman surgiría la influencia shamánica con la que Hexenwood se especializaría.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Las voces parecen invocar a los antiguos espiritus de la naturaleza, plegarias rodeadas con platillos finos, arpas de voca y flautas, cadencias de oracion, con ciertos aderezos como sonidos de buhos... y todo se corta con el graznido de un cuervo... uno tras otro nuestros pasos nos llevan hacia adelante, a traves de guitarras afiladas, ritmos blasting, voces guturales rasposas, teclados de apoyo para las melodias, sonido apisonadora... hacia donde no lo se, yo tan solo avanzo, me dejo llevar por esa melodia oscura de piano, por esa llama azul.
Mas alla, una acustica me desvela que he llegado a un lugar oscuro, un valle oculto a la mirada de la gran mayoria. Abundan las lineas melodicas tenebrosas apoyadas por riffs principales llenos de furia, una buena labor de la base ritmica contundente, con teclados con gran presencia creando atmosferas. Incluso existen solos de guitarras, cosa que gran parte del estilo black (que yo haya escuchado) rehuye con frecuencia, sino siempre.
De nuevo un graznido y una nueva tormenta de sonido se despliega en mis oidos. Tras dos minutos puedo tomar aire de nuevo y preguntarme a donde me llevara esta vez la tormenta, que destino me tiene preparado el grupo, que no me deja descansar, una nueva rafaga de agresivo viento me desplaza hacia delante evitando que pierda el tiempo preguntandome lo que sera. La velocidad es precisa y sin descanso, blastbeats milimetricos, con estructuras que si bien no son complicadas si efectivas
La noche parece habernos alcanzado, y levantamos de nuevo plegarias. La oscuridad es patente en la musica, y los teclados atmosfericos toman de nuevo presencia casi exclusiva en el contenido musical, desarrollando aspectos de la misma que los demas instrumentos no realizan (ya tienen su propio cometido en la misma).
Todo parece concordar al llegar al hombre sabio, y toda la sabiduria y el poder parecen confluir en un solo punto que es la consecucion de la musica. Todo esta regido por la razon, aunque muchas veces no vemos ese sentido hasta los ultimos momentos, es esa nuestra naturaleza humana que nos ciega a cosas evidentes, que vemos todos los dias y a las que no damos su justo valor. Preferimos a veces cubrir todos nuestros actos con un velo de importancia que no tienen, a pesar de que nuestros pasos a traves del bosque que es la vida tan solo nos llevan a eso: a vivir.

Los cincuenta minutos largos de la produccion son suficientes para desarrollar un buen sonido y una buena mezcla. No existen estridencias ni desajustes, y a veces son tan milimetricos que pueden dar una sensacion fria y distante (aunque nada mas lejos de la realidad a mi modo de ver).
Para mi los mejores temas son "Witchvale", "Night" y "Wisdom in Me, Power in Thee" porque creo que son las mas completas y definen mejor el espiritu del grupo.

Anónimo dijo...

Esla primera vez que entro a este blogg y me encuentro maravillado por las muy llenas de lisonjas, palabras del creador frente a la explicacion por lo menos de este album y de esta banda. Muchas gracias por el aporte amigo.

Francisco