lunes, 3 de noviembre de 2008

WOLVEN ANCESTRY - The Wrath Of Gaia

El 2006 nos regaló una excelente hornada de discos, tanto de grupos ya conocidos como de debuts como el que presento ahora, que precisamente fue para mí el gran debut de ese año.

Estos canadienses tienen un sonido totalmente nórdico aunque estén al otro lado del Atlántico, muy boreal en todo caso, con su Black Metal con atmósferas paganas y ancestrales que podría hacerse pasar por noruego (sobre todo) o finlandés sin problemas.
Su punto de partida es la inspiración en la naturaleza y su relación con el hombre para el contenido de las letras, algo que se advierte de primeras al ver los títulos de las canciones; títulos muy largos, por cierto, tan enciclopédicos como los de Deinonychus, Demilich o Bal-Sagoth.
Una vez sabido eso, la propuesta musical es totalmente acorde a ello, con unas guitarras espesas y crujientes y rabia lobuna la mayor parte del tiempo, con espacio para partes más calmadas como un límpido arroyo de montaña tras atravesar cortinas de aguanieve por las cumbres enjaezadas de nieve.

No es un grupo de Viking o Pagan, ni Black-Folk, pero desprenden un tono que uno asocia inmediatamente a la naturaleza, con unos teclados con melodías que encajarían bien en grupos de esos estilos. Estos teclados van solapados a las guitarras sin pasar a tomar el protagonismo, luciéndose en las partes más atmosféricas y en algunos temas en los que la melodía es más generosa.
Hablando de melodía, los he visto etiquetados como Black Melódico. Es cierto que tienen muy bien dosificada melodía, pero eso puede llevar a pensar en grupos como Graveworm y Stormlord, y la verdad es que más bien recuerdan en todo caso a grupos más rudos como Sear Bliss y Gehenna en su etapa blacker (pero a lo pagano)

La voz es muy a lo blacker noruego. En el libreto afirman que fue grabada en el exterior con electricidad robada durante una tormenta de nieve, pero mucho me temo que sea la típica payasada blacker más que una realidad, aunque la verdad es que sí parece el salvaje aullido de una bestia en el corazón de una borrasca.

Un disco para disfrutar de igual manera que con Windir, Sear Bliss, Frostmoon, Forsth o los antiguos Satyricon.

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