lunes, 16 de febrero de 2009

Troll Gnet El - Konung Hop



Festivo, trolesco y cervecero; no hay duda que son las mejores tres cualidades que describen a esta banda de folk metal proveniente de Rusia. Esto que hoy traigo es su tercer disco, el cual estuvo listo para principios de 2007 y es a mi criterio el mejor de los cuatro que hasta ahora conforman su repertorio, sin quitar mérito desdeluego a lo hecho en su segundo disco, ya que fue de este de donde se obtuvo la mayor influencia en el sonido de su tercero que luego daría como resultado la etapa de máximo esplendor del grupo. En efecto, fue en esos dos discos en donde la parte metalera resultaba ser más evidente, aún así valga aclarar que estamos ante un sonido metalero bastante liviano; su bajo es claro y audible, sus guitarras son sencillas tal que no se precipita distorsión alguna hacia el extremo blacker, su batería usa medios tiempos y posee un golpe seco y por excelencia limpio.
En cuanto a sus melodías ya he dicho que vienen muy festivas, se incorporan flautas y violines como instrumentos prominentes y no faltan esos clásicos interludios acústicos con mandolina. Su atmósfera cervecera está compuesta por esos divertidos ritmos de Humppa y Polka que estimulan esas pintorescas danzas alrededor del fuego, como si algunos trolls celebrasen en su bosque el haber saciado sus ansias de hambre al devorar carne de cristianos de la villa ubicada al final del bosque. Vuelvo a remarcar lo que hacen su flautista y violinista, dos mujeres que tendrán frecuente aparición en cada tema, lo cual para efectos prácticos indica que sus instrumentos no son sino uno más de los convencionales, a diferencia de otros grupos que solo los utilizan en puntos específicos.

Se han empleado tres tipos de voces, la predominante es una voz limpia cervecera y con influencia vikinga al igual que los coros, existe otra que va un poco rasgada y con intención trolesca, aunque esta sólo se utiliza en momentos puntuales y suele ser muy breve. La última voz es la de la chica violinista, va como voces de fondo y sutiles coros relajantes para relevar a la voz masculina. Entre otras cosas es notable la influencia medieval cuando se usan esos tambores de cuero y algunas notas de violín que apuntan directo a ese período como en su canción "My Grandfather said..." De su producción no me quejo, nos acompañan diez canciones con una duración total que anda cerca de los cuarenta y tres minutos, muy considerable. De estas su "Silmatrollion" es la única instrumental y ahi sus flautas aprovechan para lucirse con solos, pueden observar la hilarante comparación en la que los trolls se apropian del título de la fascinante obra del maestro J.R.R Tolkien (El Silmarillión).
Recomiendo poner atención a su canción "Skald" es la penúltima del disco y la más larga en duración. De esta me ha gustado esa intro muy a la vieja Rusia con esa voz femenina haciendo eco en mi cabeza, típico en los grupos rusos paganos. Aparece una flauta categórica con un tono más agudo en instantes posteriores a su inicio y su batería se viene con un bombo más grave marcando el paso que contrasta con los secos golpes a sus tambores. También posee un agradable interludio donde el bajo adquiere protagonismo cuando acompaña a esa voz femenina tan envolvente y a la voz pagana y trolesca que va mejor que nunca, para que en cuestión de segundos esa intrumental que refleja la belleza de la naturaleza explote con puro metal cervecero del que es inevitable agitar la cabeza al ritmo de sus flautas.

Para terminar no había mejor forma que hacerlo con un tema seguro improvisado en donde el brindis cervecero y esos coros paganos forman parte de la alegría de los bosques en donde esos tambores de cuero agregan el toque de gracia a una noche tan disfrutada.
Cada canción tiene sus pinceladas únicas por las que en conjunto aseguro que este disco es una obra maestra del folk metal cervecero, tal que no debería faltar en esos días de celebración con los amigos paganos, con mucha cerveza y actitud trolesca.

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