sábado, 29 de noviembre de 2008

Anaon - Les Rites de Cromlech (EP)



Concluyendo los resultados de la encuesta se logra observar que Bran Barr es la banda francesa de Celtic Black Metal que prefiere la mayoría. A decir verdad no me esperaba este resultado; Bran Barr con un solo disco parece haber calado más profundo en el que gusto del metalero pagano que otras bandas como Belenos o Aes Dana por ejemplo, de quienes esperaba serían los preferidos. Yo sin embargo me quedo con Heol Telwen. Pero hubo una opción que nadie marcó, la de "Otra," talvés porque de la elite francesa de bandas celtas son las 4 anteriores las que mejor se conocen. Es por eso que viene al caso traerles esta banda francesa también de Black Céltico de la que casi nadie habla: una tal Anaon, veamos.

Su formación data de 1993, incluso antes que cualquiera de las bandas antes mencionadas como parte del círculo celta frances. A decir verdad sus primeros demos eran del Black Metal que algunos llaman de culto; crudo, frío y ortodoxo. En sus dos EP's siguientes ya se incorporó un poco de teclados y de sintetización tal que el sonido ya presentaba en alguna medida un toque céltico, además de que sus letras irían dirigidas al pueblo druida del sur de Francia y a su acontecer mágico y pagano. Su rompimiento fue en el 2001 y nunca se logró producir un disco de larga duración, sin embrago en su sitio oficial se habla de un nuevo proyecto llamado "Stenval," Celtic Metal del cual supongo formarían parte algunos sino todos los ex-integrantes de Anaon. Acerca de este nuevo proyecto no se mucho, a pesar de que llevan más de un año (que yo sepa) de existencia.

"Les Rites de Cromlech" es el primer EP que sale en la primavera de 1997, distribuido por Drakkar Productions. Pasando al contenido del disco, en este yacen alrededor de veinte minutos de Black Celta que no es precisamente la joya del bretón como lo de Heol Telwen, sin embargo tampoco es aquel simplista Black Metal que suele aburrir rápido. Si bien la voz es un tremendo chillido de alguna bestia salvaje que procede de la influencia blacker, se suele agregar un guitarreo con algunos tintes melódicos y una batería que va a medios tiempos tal que no llega a ser tan veloz. El teclado tiene su aparición casi siempre cuando hay solos intrumentales, generlamente al medio y al final de algunos temas. Por cierto que de las cinco canciones, tres son las que van con el vocalista. Las últimas dos son instrumetal y ambiental respectivamente.

Una buena oportunidad para variar la escena celta francesa, ya que se suele llegar al punto de olvidar o no o de no reconocer a bandas como esta, que si bien no se llegó a producir trabajos mayores, la esencia celta y pagana va implicita con sus letras. Su portada incluso nos lo recuerda; se ven a esas criaturas misteriosas reunidas quizás en algún pantano y brindan tras capturar a algún hombre que les sirvió de cena. Llama la atención ese piano que al parecer está forrado con piel humana, muy bestial.

1 comentario:

Anónimo dijo...

A ver que tal...
Gracias